viernes, 30 de julio de 2010

Sunset Boulevard


Todavía hoy es sorprendente el original inicio de esta obra maestra (1950): la cuenta un muerto (Joe Gills: William Holden), el protagonista, un escritor de segunda que sobrevive como puede en Hollywood. "El Crepúsculo de los Dioses" es una película que desde los créditos iniciales -aparecen sobreimpresionados sobre una carretera filmada en retroceso- rompe con la norma.



Al concluir los créditos el viaje termina, la música se apaga y se oyen sirenas, una voz en off explica lo que sucede: «Sí, esto es Sunset Boulevard, Los Angeles, California. Son alrededor de las cinco de la madrugada. Es la brigada de homicidios, completada con detectives y periodistas. Han informado de un asesinato en una de esas enormes casas de la manzana 10.000. Podrá leerse en las ediciones de la noche, lo dirán por la radio y se verá en la televisión, porque una vieja estrella está implicada; una gran estrella.»; y a continuación la cámara, que ha seguido a la caravana de coches oficiales, se introduce en la mansión en cuestión y se dirige a la piscina donde un cuerpo inerte flota: es el propio narrador. Es el comienzo más memorable del cine del Director Billy Wilder.



"Sunset Boulevar", como se titula el original en idioma inglés, es un retrato sombrío y fatalista de un mundo aparentemente lleno de glamour y supuestamente fascinante que se acerca al cine negro pero que en realidad no tiene clasificación posible, pues se puede ver, como un melodrama (la música de Franz Waxman tiene gran relevancia en este sentido) e incluso, como un film de terror.

Norma Desmond (Gloria Swanson) es una actriz madura ya retirada, que en la época del cine mudo triunfara de la mano de Cecil B. DeMille. Anclada en esos años pasados llenos de gloria, vive sola con su mayordomo Max (Erich von Stroheim), en realidad su primer marido y el director que la descubrió, ahora pendiente de su bienestar, manteniendo en ella la certeza de qué todavía es una estrella, aunque haya dejado de trabajar hace mucho y ya nadie la recuerde; en ese sentido pudiera ser un film realista, o un sueño, o un cuento, o tal vez una película.



Al final, disculpar que lo cuente porque estoy por recomendarla, Norma Desmond tras disparar a Joe Gills murmulla: «las estrellas no tienen edad»; el cine tampoco.

sábado, 24 de julio de 2010

Esperando a Getz.


El célebre Stan Getz encontró en el pianista Kenny Barron al perfecto acompañante, quien tocaría regularmente con su grupo los últimos años de su vida. Años de luchar contra el cáncer, sin desmayar ni pensar en el suicidio y cuando se le daba por terminado, justo en su 60 cumpleaños –como cuando cumplió 50- , brindaba uno de sus conciertos más memorables, en la llamada catedral europea del jazz, donde los cuatro músicos (+Rufus Reid, bajo y Victor Lewis, batería) están igual de finos, fantásticos.



Cuatro años más tarde y en el mismo lugar, Stan Getz y Kenny Barron harían un dúo que quedó registrado bajo el título de People Time. Este mítico concierto recoge los catorce temas que conforman la obra póstuma de Stan Getz que moriría de cáncer tres meses después.



Tal parece que el “Café Montmartre” de Copenhagen, siempre lo esperó.

jueves, 22 de julio de 2010

Stefano


El pianista italiano Stefano Bollani nació en la flemática (si se compara con, digamos,Palermo, punta norte de Sicilia)) ciudad de Milán en 1972. En su carrera incluye colaboraciones con algunos de los nombres conocidos del mundo jazz: Lee Konitz, Pat Metheny, Gato Barbieri, Paolo Fresu, Richard Galliano, Phil Woods y Enrico Rava. Bollani gusta de la música brasileña y tiene un trío con dos músicos de allá. El entendimiento entre los tres músicos es excepcional en el álbum "Carioca" grabado en 2008 y nos trasladan con su ritmo a unas tranquilas vacaciones en Rio.

miércoles, 21 de julio de 2010

¿Algo más?


Hay pocas reediciones del primer lanzamiento en LP de vinyl - "Blue Note", 1958 - de este álbum. Sin duda el cañonazo de Adderley se brincó la barda. Adorable, accesible y balanceado, con Miles en su mejor forma haciéndole compañía y robándose prácticamente el show en esta subvalorada obra maestra. Los dos gigantes maravillosamente acompañados por dos Jones –Hank al piano, Sam al bajo- y Art Blakey a la batería.



En esta edición de Rudy Van Gelder -1990- se agrega como bono una pista descubierta por "Blue Note" e inicialmente liberada en Japón con el nombre de "Allison's Uncle”, debido a que el día en que fue grabada nació la hija de Nat Adderley, pero investigaciones posteriores revelaron que la misteriosa tonada era una composición de Hank grabada con el “Gigi Gryce/Donald Byrd Jazz Lab quintet” en 1957, bajo el nombre de “Rangoon”.



Creo que más no se puede pedir.

miércoles, 14 de julio de 2010

Las enseñanzas de Berna I.


While attending my very first Yankees game, which also happened to be my first live baseball game ever, I was told that one of the team - Bernie - was an excellent guitar player and composer. I was intrigued to hear his music, so when I heard this CD I was blown away by his talent. Go Bernie, it's a home run! - Paul McCartney

Take note! If there's one lively Latin-flavored guitar jazz disc by an all-star center fielder you must listen to this year, make it this one. Don't do it however, just for the novelty of a .300 career-hitting New York Yankee legend making music for a hometown-based label, but because his hobby comes loaded with great melodic ideas and some buoyant, snappy playing. No doubt many critics will see this as a sports celebrity vanity project, and much will be made of all the top musicians who jumped into the fray (Béla Fleck, David Sancious, T-Bone Wolk, Luis Conte), but Williams truly holds his own. The opening track, "La Salsa en Mi," is feisty Latin jamming with an instantly catchy melody, and sets a lofty standard that some of the mellower tracks simply can't match. High-spirited exotic sessions like that and the percussion-intense "Desvelado" run rings around more conventional but still engaging light funk-jazz tracks like "The Way" and the lush ballad "Just Because," whose contribution by labelmate pianist David Benoit is surprisingly subtle. Those who like simple fingerstyling may most enjoy the interlude "Samba Novo," while pop fans may best enjoy the mainstream readings of "Dust in the Wind" and Billy Joel's plaintive "And So It Goes." The best evidence that Williams can funk out as well as he can do salsa ( remember, he's a native Puerto Rican ) is the turbocharged fusion jam "Stranded on the Bridge." In contemporary jazz circles, Wayman Tisdale* has made a successful move from basketball to bass (+). When Bernie Williams retires, more discs like this will ensure that he's more than a one-shot deal. ~ Jonathan Widran, AMG

Que divertido. Hace unos años, en un centro comercial por aquí cerca, tomando café en el acogedor “coffee shop” -llamado “Schubert”-, de una ya desaparecida tienda -El duende- que vendía de todo, mientras hojeaba – antes de decidir la compra- la nota introductoria de Octavio Paz a un libro - Las enseñanzas de don Juan-, ví de reojo en el “brookshield” al lado este compacto de la vieja estrella -center fielder- portorriqueña de los "Yankees" de Nueva York, Bernie Williams. Como el libro ya lo había leído, sin prólogo, mejor me decidí por él y aquí dejo unas canciones -para diversificar el canasto- y la recomendación de que en caso lo adquieran, lo lean acompañado de “The fire from within” de la misma saga autoral del mencionado, de repente les implosiona. ¡Es bueno, lo dice Paul, vamos¡. Disfrútenlo.



(+)Wayman falleció no hace mucho.
PD. Nos dejó Olga Guillot.


martes, 13 de julio de 2010

Tete


Adelanto, con las vuvuselas aun zumbando en mis oídos, que esta entrada la publico con una indefinible sensación de atrevimiento, porque no conozco mucho -por lo que he venido notando estimo que apenas llego al prolegómeno- del Jazz en España, pero cada vez me sorprende más, el colorido, variedad y calidad de sus festivales y conciertos.

Mal haría al pretender algo más que un sencillo homenaje, al más internacional de sus exponentes, un sentimental aficionado a la música, nacido en Guatemala, cuyo cuerpo (y alma) estructurado en alguna medida por hierros arzentálicos, poco a poco le fue cogiendo el ritmo al Jazz, conociendo en el camino a su primer jazzman español.

Honra pues con su presencia, este blog, Vincent Montoliu (Barcelona, 1933-1997), con un extracto del primer volumen de la grabación de su legendario concierto en el auditorio Alfred Morse del campus de la Universidad de Boston.

lunes, 5 de julio de 2010

"Hopes"


En el mundo del Jazz conozco dos “Stan” famosos y dos “Hope” que no lo son para nada. Los últimos, Elmo, de quien hablaré otro día y Stan, de quien sólo se sabe que siendo un niño, en Atlantic City, ciudad de espectáculos, subió al techo del club donde tocaba Count Basie y orquesta (el famoso y entonces joven Lester Young, incluido), y qué, escuchándolos empezó a pensar en lo que quería hacer. Para acabar de definir su vocación, a los pocos días, su cumpleaños (quizás el décimo) fue celebrado oyendo grabaciones de Errol Garner tocando “Be Anything” y su original “Pastels”. Al finalizar la fiesta, recibió, asombrado su regalo: un piano, que al instante comenzó a tocar de oído y no paró los siguientes 10 años, hasta que se decidió a tomar lecciones para aprender a leer lo que tocaba. Desde entonces (allá por 1948) Mr. Hope compartió las tablas con muchos de los grandes habituales en los sitios de concierto del “ East Coast jazz “, entre muchos, Coleman Hawkins, Hank Mobley y Johnny Hartman. Y sigue tocando en los mejores lugares de Nueva York, incluyendo el Birdland, el Village Vanguard y el Blue Note. Los últimos 15 años ha ocupado la silla del piano para la vocalista Etta Jones y el tenor saxo Houston Person (buena gente, se sabe que ha apoyado bastante a Stan), grabando frecuentemente con ellos.

Bueno, también se sabe que ha entrado a su séptima década como pianista profesional, habiendo firmado sólo 2 álbumes, “Pastels” (1972), el primero y este “Put on a happy face” (2005). Qué otra cara se puede poner, me pregunto, escuchándolo con tan buena compañía en estas dos melodías, aunque sendos títulos no sugieran, por decir algo, un final feliz.


viernes, 2 de julio de 2010

Kenny triste


Casi famoso por subvalorado, Kenny Dorham (1924-1972) vivió, en efecto, a la sombra de grandes trompetistas como: Dizzy Gillespie, Fats Navarro, Miles Davis y Clifford Brown. No tan poderoso como ellos, Dorham fue, eso sí, un talentoso del instrumento y un buen compositor, que adicionó a la lista de las estándares del Jazz la inolvidable “Blue Bossa”, tocada por tantos, de los que dos son una muestra suficiente:



Rodeado por un excelente equipo rítmico: el pianista Tommy Flanagan, el bajista Paul Chambers y el baterista Art Taylor, Kenny grabó en 1959 “Quiet Kenny”, uno de los mejores de su corta carrera, conteniendo un conjunto de estándares y originales.