
Más o menos un día como hoy pero de 1966, el meloso barítono (nacido Vito Rocca Farinola, Brooklyn, NY.), Vic Damone, quien por esas calendas en sus 38’s ya pintaba canas, se preguntaba lo mismo que en enero y febrero ¿Qué álbum voy a hacer ahora? Como no creía en el horóscopo, la cosa se le complicaba. Como todos los prototípicos “crooners” de aquellos tiempos, Vic buscaba diferenciarse de los otros (sobre todo de Sinatra y Benett que no buscaban lo mismo). Y como tenía que ser, decidió reunirse con su gente para discutir el asunto. Rápidamente llegaron a la conclusión de que el “American song book” se estaba agotando y que la música brasileña se estaba convirtiendo en una alternativa complementaria, como ya lo había demostrado Frank. Esto último no le pareció mucho a Vic, pero lo acabó de convencer el argumento de que su público ya lo daba por hecho. A regañadientes Vic aceptó, con la condición de que fuera balanceado, que se titulara “Stay with me”, como el grabado un decenio antes por la entonces ya decadente Billie Holiday y que los arreglos los hiciera Ernie Freeman, un pianista y compositor a quien admiraba mucho desde que lo escuchó tocar al piano con los “Platters” la melodía “The great pretender” a mediados de los 50’s. “Con esta formula, hago la diferencia y el éxito está garantizado, porque Vic no sabe fallarle a sus seguidores” les dijo. Y parece que así fue, ya que según me contó el amigo que me lo facilitó, es hoy un Lp apetecido y difícil de conseguir.