No se trata de que John Green haya sido un apátrida o un
inconforme o algo así. Todo lo
contrario. Nació (1908) y murió (1989)
en la ciudad de Nueva York; y hasta donde se sabe, nunca estuvo ni en el extranjero,
ni preso, ni nada de eso. Más bien realizó
sus primeros estudios en la academia militar de la gran ciudad para continuar estudios
superiores en Harvard, donde se graduó en1928.
Allí estudió Música bajo la tutela de profesores reconocidos como Herman
Wasserman, Ignace Hilsberg y Walter Spalding.
Su primer trabajo (1 año), mientras se colocaba en lo suyo, fue en “Wall Street” -donde la
única música imaginable es la que producen las monedas-, y ya como compositor y
arreglista, en la orquesta de Guy Lombardo, contribuyendo con su celebérrima
composición “Body and Soul” que fue luego
interpolada en la película “Tres es
Multitud” de “Paramount Studios”, compañía a la que había llegado en
1930 como director musical. Luego
vendría la MGM, poniendo su grano de arena en los arreglos de “Un americano en
Paris” , “The Great Caruso” y muchas películas más. Siguió con su propia orquesta y series
en la radio (World of Music), hasta
llegar a presidir la “Academy of Motion
Picture Arts and Sciences”
Hombre de muchos talentos,Johnny, que infortunadamente es recordado
solamente como el compositor de su “opera prima” arriba citada - una obra de
arte sin duda-, pero que también compuso la joya “Out of Nowhere” que da título a esta entrada
y que fue introducida un caluroso abril como este de hace 83 años por Bing
Crosby, convirtiéndose en su primer éxito #1.
Pero más allá de las listas de éxitos, hay pocas dudas en el
mundo del jazz sobre la magistral interpretación del saxo tenor Coleman
Hawkins. De hecho, no hubo otro intento
parecido hasta 1945, realizado por Don Byas.
La progresión de los acordes de “Out of Nowhere” parece atraer a
los músicos de jazz y las evidencias abundan.
Las armonías de esta pieza continuaron
siendo recicladas una y otra vez, incluyendo “Casbah” por Tad Dameron,
“Nostalgia” por Fats Navarro entre otras.
Luego vendría Stan Getz. Y
Charlie Parker, pero aquello era ya otra cosa.