
Casi famoso por subvalorado, Kenny Dorham (1924-1972) vivió, en efecto, a la sombra de grandes trompetistas como: Dizzy Gillespie, Fats Navarro, Miles Davis y Clifford Brown. No tan poderoso como ellos, Dorham fue, eso sí, un talentoso del instrumento y un buen compositor, que adicionó a la lista de las estándares del Jazz la inolvidable “Blue Bossa”, tocada por tantos, de los que dos son una muestra suficiente:
Rodeado por un excelente equipo rítmico: el pianista Tommy Flanagan, el bajista Paul Chambers y el baterista Art Taylor, Kenny grabó en 1959 “Quiet Kenny”, uno de los mejores de su corta carrera, conteniendo un conjunto de estándares y originales.