lunes, 15 de junio de 2009

Una de loros


No sé si porque alguna vez leí los “Cuentos de la Selva” del escritor uruguayo/argentino Horacio Quiroga (nacido en 1875 y fallecido a los 58 años luego de ingerir cianuro, igual que su primera esposa), o porque en uno de los blogs que sigo navega un loro (muy urbano y mundano, a diferencia de los de Quiroga); anoche soñé con uno de la especie que habla en portugués y por lo tanto, más o menos comprendí lo que mascullaba: “Si quieres entender el desarrollo de la música brasileña remóntate a sus inicios, escucha un poco a Villa-Lobos, aunque te aburras, de lo contrario me seguirás viendo con frecuencia”.

Y yo suda que suda ante la advertencia. Por favor señor Loro, no me chingue, si yo de Villalobos sólo el riito por aquí cerca a donde iba a pescar cuando era niño y ahora no lleva agua sino puros residuos.

“Por eso precisamente, debes empaparte con toda la que destila la música brasileña. Y no te preocupes que los loros hoy en día manejamos la tecnología suficiente para mantenerte informado. Espera noticias”

Y las noticias nos cuentan que Heitor Villa-Lobos (Rio 1887-1959), con poca formación musical dominó el violoncello y la guitara, y, antes de cumplir los 20 años llevaba ya una vida herrante recorriendo el Brasil, contratado por orquestas de baile, aprovechando sus viajes para conocer y anotar las canciones populares que escuchaba. Al cabo de 7 años regresa a Rio de Janeiro, y, una vez allí, dada su poca paciencia con profesores y clases, opta por instruirse a sí mismo en el arte de la composición, mediante el estudio de partituras de compositores clásicos. Entre 1923 y 1937 se radicó en Paris, relacionándose con músicos progresista como Rubinstein y Varese y a su regreso es nombrado director de educación musical responsable de propulsarla entre las masa y en los establecimientos públicos de enseñanza. Paradojicamente, si se piensa en su falta de interés en los estudios durante su juventud, acaba fundando el conservatorio nacional de música. Como compositor, se plantea las diferencias entre lo universal y lo particular en el ámbito musical , quedando personificado para él lo particular en las melodías de su patria, y el aspecto universal en la música de J.S. Bach, cuya música consideraba una fuente folklórica universal, rica y profunda. A esta concepción le dío una expresión musical en una serie de suites para diferentes combinaciones instrumentales y vocales, denominando el conjunto “Bachianas Brasileiras”.

En 1942 compuso “Bachianas brasileiras No. 7. utilizando instrumentos de percusión nativos, la cual empieza con un “Preludio” (Pontelo) en el que expone una canción (en el estilo conocido como Modinha) que empieza con el son de una tranquila serenata y termina con el estruendo de una gran marcha popular.



La música de Villa-Lobos con una influencia explícitamente indígena se encuentra en la serie de obras tituladas Choros, nombradas en honor de los músicos ambulantes de Brasil, donde no pudo abstraerse de una influencia altamente sublimada de Bach. En 1926 escribió la obra maestra de la serie “Choros No. 10, donde se plantea evocar como transcurre la vida en las ciudades europeizadas del Brasil y los valores espirituales de la selva amazónica.

5 comentarios:

Troglo Jones dijo...

Je, je, ¿de qué me suenan a mí esos loros paliza? Pero creo que tiene razón, la música de Villa-Lobos, aunque dentro de lo que llamamos "clásica" es esencial para entender Brasil, un universo musical. Para profundizar en el "choro" popular, ese ragtime con flauta, te recomiendo (y el loro también) que escuches algo de Pixinginha.

Abrazos.

Doctor Krapp dijo...

Maravilloso Villa-Lobos.
La música clásica nos da una lección aplicable a otras experiencias: cuanto más compenetrada esté con la cultura en la que nace más poderosa es.
El blues tiene todo su poder en el entorno en que nació y se desarrolló, pero lejos de allí le falta algo por grandes interpretes que lo usen. Lo mismo con cualquier otro género, incluso el jazz que se hace en los diferentes paises es más puro en la medida en que confluye con la música autóctona y no se limita a importar sin más modelos extranjeros.

Armando dijo...

He oido de Pixinginha Troglo. Ya decía yo que el PB también baila samba. Voy a ver si consigo algo.

Completamente de acuerdo contigo, Doc. De ahí la fuerza con que nació y se estableció la Bossa.

Saludos

Esther dijo...

Ay! Ese lorito viajero! Me gusta Villa-Lobos. Y me gusta esta temática brasileña. Cada vez sabemos más. Este domingo viene la cantante brasileña de Sao Paulo Eliane Elias. A ver si esta vez se deja hacer fotos. La he visto varias veces y es imposible fotografiarla. Por lo menos disfrutaré el concierto.

Um grande abraço!!!

Armando dijo...

Pues ya que a todos nos gusta esta música y el loro viajero nos retro alimenta, seguiremos con otras entraditas Esther. parece que Eliane se está convirtiendo en una diva, ojalá no afecte su calidad.

Besinhos