jueves, 25 de junio de 2009

Sonido de amor


En la última entrada de su blog, el Dr. Krapp recuerda al inolvidable trío de Bill Evans - integrado por el bajista Scott LaFaro y el baterista Paul Motian-, con motivo de sus famosas grabaciones en el club Village Vanguard de Nueva York, casa de “Riverside Records”, un domingo 25 de junio de 1961 (Sunday at the Village Vanguard y Waltz for Debby), diez días antes de la muerte de LaFaro en un accidente de tráfico viniendo del festival de Jazz de Newport. Una verdadera tragedia para los sobrevivientes del Trío, que había alcanzado una simbiosis descomunal y quizas irrepetible en el mundo del Jazz.

Evans se recluyó un año y el trío continuó un par de años más, con Chuck Israel y luego Gary Peacock sustituyendo a Scott. Desarrolló una de las más brillantes carreras en el mundo del Jazz, hasta su muerte en 1985.

Complementando un poco el recordatorio, agrego que Motian dejó el grupo de Evans en 1963 para unirse a Paul Bley y luego en una larga asociación (1966-1971) al cuarteto de Keith Jarret hasta firmar en 1972 su primer álbum “Conception Vessel” (ECM). En 1997 lo encontramos siguiendo una linea post bop grabando en directo, en el mismo Village Vanguard el álbum “Sound of music” (Winter & Winter) con su trío (Bill Frisell, guitarra eléctrica y Joe Lovano, saxo tenor), mismo con el que grabara a finales de los 80’s sus tributos a Bill Evans y a Thelonious Monk. El álbum es nombrado por la hermosa balada de Charles Mingus “ Duke’s Ellington sound of love”.

Sin olvidar aquellos tiempos y desafiando las categorizaciones del Jazz, Paul Motian todavía (a sus casi 80 años) anda por ahí dando batería con su trío, como lo dice el título de su álbum del 2007 “Time and time again”.

4 comentarios:

Troglo Jones dijo...

Sí, Armando, Motian siempre ha sido un tipo de buscar nuevos desafios. Recuerdo tener por ahí un disco suyo excelente, "On Broadway", con Lovano, Konitz, Frisell y Charlie Haden. De los buenos.

Abrazos.

Doctor Krapp dijo...

Gracias por la alusión. Esta es una música que le gustaría a Bill Evans por su tono meditativo y profundo. Lovano es un saxo excelente cuando se pone a la tarea y Frisell un indiscutible a la guitarra.

Esther dijo...

Me gusta todo lo que nos cuentas de Paul Motian, y demás músicos. Necesito amigos como vosotros en este largo camino de aprender, escuchar y disfrutar de jazz.

Un abrazo.

Armando dijo...

He escuchado ese disco, Troglo. Muy bueno.

Hombre, doctor, es un complemento necesario y además inducido por la sincronización de ese fantástico Trío de Evans. Me gustaría escuchar más de Frisell y Lovano.

Gracias Esther, sabes que todo esto es recíproco.

Abrazos.