Sgt. Peppers Lonely Heart Club Band, álbum de los Beattles, es considerado como un "bench mark" en la historia y desarrollo de la música popular. Un verdadero ícono de los años sesentas ; y como suele suceder con ellos, tiempo después (1994) surgió una versión sinfónica, en este caso arreglada por David Palmer, ex alumno y profesor de la Real Academia de Música de Londres.
¿Porqué?. Para Palmer la respuesta es simple: "disfruté haciéndolo". Y agrega "El Mesiah de Handel -otro icono de tiempos antiguos- fue lo suficientemente interesante para que Mozart lo re- orquestara. Ravel produjo versiones orquestales de Debussy y Mussorgsky".
Joe Cooker, para no ir tan lejos, concibió una versión 3/4 de "With a little help from my friends", que lanzó su carrera.
Pero prefiero la original "A day in the life".
4 comentarios:
Yo también prefiero las originales. Todas esas versiones orquestales tan respetuosas con la melodía original me parecen un poco música para rellenar tiempos muertos. Si al menos sirvieran para realizar alguna improvisación sobre el tema. Desgraciadamente es más fácil imitar a Mantovani que a Gil Evans.
Un abrazo
Pues en este caso, dada la justificación del arreglista Palmer, me parece que tendremos que hacer alguna concesión, doc., ya que, aunque no había explotado la crisis (o ya), la grabación se realizó como evaluación final de los alumnos de la sinfónica y a la vez recaudar fondos para seguir sosteniendo la academia real. En lo musical,dice: "buscaba obtener un resultado verdaderamente orquestal, apegado a la melodía, para obtener una textura transparente, más mozartiana que moody blusiana". Y bueno, que si la corona no se arranca un brillante, se les muere la criatura.
Un abrazo
Comparto lo expresado en el comentario de Dr.Krapp. Me gusta mucho la interpretación que hace Joe Cooker de esa hermosa cancion. Sin desmerecer la interpretación que de ella hace la orquesta sinfónica, pero estas canciones se crearon para ser interpretadas en el estilo que sus compositores tuvieron en mente.
Saludos
Me alegra te gustara, Héctor. Con las salvedades mencionadas comparto tu comentario y el del Dr. Krapp.
Saludos.
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