sábado, 28 de septiembre de 2013

Por las Ramas del Jazz (1)

Venido quien sabe de donde, revolotea el enorme árbol.  Se posa en la punta de una de las ramas más altas; corta y frágil, el viento ululante la remece, amenaza con quebrarla.  Cruje, y posteriormente un crujido raro...bop...bop...
 

 
 
 Vuela y sigue revoloteando, el viento lo disuade y busca suelo firme.  Dando brinquitos sobre la base del tronco del frondoso árbol cuyas espirituales raíces se hunden profundo, el pajarito  parece entretenido con los gusanitos entre la hojarasca, de pronto se inquieta, quizás por el viento que al rozar las ramas convierte su ulular en un ...rag, rag, rag…

 

 



Levanta vuelo de nuevo y se posa en la primera rama que encuentra.  Una larga y maciza.  Se siente firme.  El roce del viento con las ramas produce ahora un sonido nunca escuchado, parecido a un lamento, un gemido que parece brotar de adentro de la tierra, lo aquieta...
 
 

 

 

 
 



2 comentarios:

Doctor Krapp dijo...

Te veo como guionista de uno de esos magníficos documentales de naturaleza del National Geographic o como una versión renovada de Pedro y el lobo de Prokofiev.
Tienes buena música y buenas palabras para ello.
Felicidades por esta hermosa y original entrada.

Armando dijo...

Ja ja. Muchas gracias, doc.,me alegra te gustara, pero nada de eso, son sólo revoloteos sobre el tema que nos apasiona. Aunque el tono de la entrada parece que va con el recien pasado día del niño y tejiendo fino, como lo haces siempre en tus entrelineados implícitos, bien se puede meter al pajarito, a pedro, al lobo, al pato y demás, dentro de la valija que llevó Sergey (el buen Prokofiev que lo único malo que hizo fue morir el mismo día que Stalin y no poder ver las varias versiones posteriores de esa obra) a Chicago en los tiempos del rag, para presentar su "The love for three oranges", que ahora escucho gracias a tu recordatorio. Al cabo la h es muda, la 's' sobra y ya puedes empezar con el guión. Música maestro.