“When the Saints are Marching In” se le atribuye al señor Black (1856-1938) y a la señora Purvis (+1909. letra); ambos asociados a la iglesia metodista episcopal de Williamsport, Pennsylvania. Escrita como un himno (Gospel) fue patentada en 1896 como “When the Saints go Marching In”. Es curioso que Louis Armstrong, quien había crecido sabiendo la tonada gospel, tocada sombríamente para los funerales por las bandas de marcha que acompañaban a los deudos al camposanto, la grabara en 1938 sin que, de acuerdo con los eruditos, tuviera nada que ver con las anteriores versiones. Fue un arreglo vívido, en el que él pretendía ser un pastor ofreciendo su sermón. Desde entonces, Louis la grabó unas 40 veces más, convirtiéndola en la estándar del Jazz que hoy día se conoce, estrechamente asociada a las bandas “Dixie” de Nueva Orleans.
Así de conocida se volvió la melodía, que popularmente se le llamó durante los 1940’s, “The Saints”. Y tan requerida que las bandas, cansadas de tocarla le impusieron un cargo extra a su ejecución. Un viejo rótulo en el New Orleans’ Preservation Hall advierte: “$1 for standard requests, $2 for unusual requests and $5 for the Saints”.
Con todo, en 1951 la canción tiene un resurgimiento con el grupo “The Weavers” y la orquesta de Leo Diamond y, faltaba más, también el rey y el jefe la cantaron:
Se funda el equipo de futbol Americano “Los Santos de Nueva Orlean” y una versión es cantada durante sus juegos:
We are trav’ling in the footsteps
Of those who’ve gone before,
And we’ll all be reunited,
On a new and sunlit shore,
Oh, when the saints go marching in
Oh, when the saints go marching in
Lord, how I want to be in that number
When the saints go marching in
De nuevo la canción cae en el olvido unas décadas para resurgir como emblema, luego del huracán "Katrina".
3 comentarios:
Eso se llama coger el toro por los cuernos e ir a lo más clásico para intentar comprenderlo. Es un tema que sirvió para funerales, para final de fiesta y ahora otra vez para ese terrible funeral colectivo del Katrina. Siempre estará ahí, como emblema providencial de una ciudad.
Hasta yo sé tocarla, je, je. Inmortal, ya se ha convertido en el alma de esa ciudad.
Abrazos.
Todas las ciudades deberían tener un emblema parecido, amigos Doc. y Troglo; nacido de lo profundo, para los buenos y malos momentos.
Abrazos.
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