sábado, 1 de mayo de 2010

Silencio


Quizás “Silence” (Soul Note Records, 1987) no sea el álbum más importante del contrabajista Charlie Haden como líder, pero sí un trabajo bellamente logrado que deja el sabor que lleva a degustarlo varias veces más. Con acompañantes casi perfectos. Chet Baker en buena forma (a pesar de todo) en una de sus últimas grabaciones en estudio, Enrico Pieranunzi –el epítome del estilo al piano- y el señor Billy Higgins al fondo, simplificando con sus brochazos los tiempos más intrincados.



6 comentarios:

Troglo Jones dijo...

Simple y minimalista, hermoso. Camaleónico Charlie, desde los tiempos de Ornette Coleman hasta ahora. Difícil de clasificar, como debe ser.

Salud.

Nicolás Peña dijo...

Charlie enseño a muchos músicos que el ser solista no significa sobreponerse a los demás, ni ser el centro de atención, sino simplemente dar las pautas del camino que uno quiere recorrer. No escuche este álbum, habrá que conseguirlo.

Esther dijo...

Precioso tema, mágico, tranquilo, sereno. Para este dos de mayo perfecto. Los músicos todos de una gran sensibilidad y exquisitez.

Uhmmmmm locura. El camino del jazz no tiene fin.

Besos, Armando.

Armando dijo...

Gracias Esther, Troglo y Nico por acompañar, de alguna manera, el hermoso silencio logrado por Charlie y exquisita compañia.

Abrazos.

Dr. Krapp dijo...

No estoy de acuerdo con el título de ese extraordinario tema. Hay contención, hay maestría, hay equilibrio, hay cierto ascetismo pero no hay silencio.
Por otro lado Haden es lo suficientemente listo como para saber que la música rehuye las etiquetas y desborda sus márgenes. Los que no son atrevidos y se esconden tras ellas son los que menos tienen que ofrecer.

Armando dijo...

Pues, mi acucioso Doc., creo que estrictamente... escuchando, no hay pausa musical alguna. Prefiero pensar que Chet, presintiendo que podría ser su última jornada -del estudio a la eternidad-, pidió a Charlie componer para él su propio toque de corneta. De allí, también quiero creer - aunque hablando estrictamente en términos de diseño la palabra la tiene Esther y Troglo -, las pequeñas letras del título en la portada. Es curioso que algunos años antes ya Baker había usado ese título para un álbum grabado en Italia.