¿De dónde vino?

Sin falta, cada fin de mes reviso las nuevas adquisiciones que escuché. Y siempre lo mismo, aparece por ahí un disco del que no tengo ni la más peregrina idea de donde vino (aunque tal vez sí). Es el caso de éste, sin mayor información que la portada, del cual me gustó el título y dos melodías.

Fusión

Fotografía: Karen Miller

Baterista de sesión de alta resonancia, Vinnie vuela a la región nebulosa del mundo de la fusión en el Jazz, en su debut con "Strecht Records". Una fiesta de sus "jazmen" nucleares (Hancock y Pattitucci), plagada de efectos temperamentales, monstruosos y en general extravagantes.

¿Es bueno, es malo?. De vez en cuando entretiene escuchar como los músicos se divierten explorando.

Cartas, Vinos y Jazz

El colaborador y amigo de este blog, el impredecible “solojazz”, no agota su capacidad de asombrar, desde que adolescentes ambos, nos conocimos jugando un campeonato de pin pong inter barrios y luego me fascinara con su colección del cancionero picot y su facilidad para escribir poemas cursis y redactar cartas de toda índole. Hoy por la mañana, cuando salía para un desayuno de trabajo, coincidí en el umbral de la puerta con el último cartero tradicional que queda, cuando depositaba algo en el buzón. Lo saludé, recojí una carta (sobre vía aérea) con su nombre y el de este servidor escritos con su puño y letra (de molde) y al levantar la vista el anciano habia desaparecido. Adentro una notita donde me pedía: “publica el poema y foto adjunto, y el álbum de Jackie McLean que te dejara hace un tiempo”.

Muy bien, para eso estan los amigos.

Amigo... seremos siempre amigos
para contar nuestras penas una a una
y tendremos así como testigos
al sol, al viento, a la noche, o a la luna.
sin que importe nunca distancia ni tiempo

tú serás la lluvia... yo tal vez el viento.

El hijo del guitarrista John McLean , Jackie, se entusiasmó con el Saxofón en su adolescencia, teniendo como compañeros de vecindario (Harlem) a Bud Powell, Thelonius Monk y Sonny Rollin. Hizo su debut con Miles Davis en 1951 y continuó el resto de la década como su aprendiz, a pesar de trabajar a finales de la misma con Charles Mingus y con Art Blakey y sus Mensajeros del Jazz. La década de los 60’s realiza su mejor trabajo grabando par el sello Blue Note. Los 70’s lo encuentran menos activo grabando y dedicado a la enseñanza, pero en 1978 tuvo la inspiradora idea de grabar para el sello “East Wind” con “The Great Jazz Trio” [Hank Jones (piano), Ron Carter (bajo) y Toni Williams (batería)] el álbum “New Wine in old bottle”, que para mi gusto supera con creces la prueba del tiempo.

1969

El árbol musical de los años 60's fue muy generoso brindando música (por muchas razones) para todos los gustos. De la pop y rock, particularmente del año 1969 (parte del cual gasté en EE.UU), quedaron en mí recuerdo media docena de ellas (entre muchas y por algunas razones) que aqui comparto:

Un Líder Equitativo

Diseño de Jim Henderson; Ilustración de cubierta de Lee Christiansen y Fotografía de Dave King.

Aun cuando el bajista Ray Drummond es el líder de este trío, comparte lucimiento por igual con el pianista Hank Jones y el baterista Billy Higgins en este fino álbum del “maistream” moderno y áun contemporáneo, producido por el mismo Ray con Tom Jung, un otoño de 1990 en Nueva York, 7 años después que este último fundara el sello musical DMP, pionero de la grabación digital (en una entrada del 23 de marzo pasado se habló de esto).

Dice Drummond antes de empezar las sesiones que durarían 7 días: “He estado tratando de juntar este trío durante 7 años. Cuando solo, no soy siempre facil de seguir pero cuando tocando con Jones y Higgins siento su poder en mi costado”.

Dice Jung el dia del lanzamiento del álbum: “Siete años podrían parecer mucho tiempo en estos días, para realizar una obra de arte. Haber contribuído en esta tarea es un gran honor".

Compartamos esta sensibilidad lírica y la invaluable brisa de frescura otoñal que imagino penetraba en la sala de sesiones.

Minimal

El estilo minimalista de Ahmad Jamal le ha servido bien a lo largo de su carrera., ya que disfruta haciendo frecuentes e improvisados rodeos en medio de una actuación, con una intuitiva sección de ritmos presta a adaptarse al vuelo. A su bajista de todo el tiempo James Cammack y al baterista Idris Muhammad se une para esta sesión del 2007 (Dreyfus), el percusionista del jazz latino Manolo Badrena. La media docena de originales incluye la curiosa “Back to the island” que mescla un aire de calypso (mientras interpola “Ol’ man river” y “Hot house” en el solo) con sabor latino e incluso un saltito de anuncio irlandes; junto con la oscura y exótica “Arabesque” que suena como si adaptada de un compositor impresionista de música clásica. Jamal también trabaja de maravilla con estándares, incluyendo un frondoso y dramático solo de “The way you look tonight” y una reposada “Its magic” que hace fluir su sello de fábrica. Sin embargo, se le va un poco la mano en las citas de “Eleanor Rigby” dentro de “Dynamo”.

Una de baladas

(Foto de Frank Steward, diseño de Mark Larson).

Pasa que hoy, para acompañar la cena con el disco “Piano” de Wynton Kelly, sobre el cual pensaba hacer un post más tarde (ahora), coloqué el disco y me quedé como tres minutos (soy paciente) mirando el intermitente “reading”. Molesto, lo primero que pensé fue olvidarme de la música y volver a leer la famosa “Balada de la carcel de Reading” de Oscar Wilde, pero esto implicaba una búsqueda de más de cinco minutos (soy impaciente). Pudo más la gana de compartir algo de este álbum (Standards & Ballads) grabado por el trompetista Wynton Marsalis (así nombrado por su padre en honor a Kelly) en 2008 para Columbia Legacy.

Pues bien, este acádemico hijo del pianista Ellis Marsalis, hermano menor del saxofonista Bradford y mayor del productor musical Delfeayo y del aún indeciso Jason (todos ellos hacen un tercio de la nómina de este disco) nació en Nueva Orleans en 1961 y después de mucho estudio y talento (que también hace falta), tocó su primer trompeta (regalo de Al Hirt, empleado de su padre) con la orquesta civil de la ciudad y en 1980 hizo su primera grabación con “the Art Blakey Big Band” y se unió a “the Jazz Messengers” del mismo Art.

En 1981 ya era la comidilla del mundo del Jazz y al final de la década reconocido como uno de los mejores trompetistas clásicos de todos los tiempos. En 1997 su maratón “Blood in the fields” (publicada en 3 compactos) fue el primer trabajo basado en el Jazz que ganó el premio Pulitzer. El nuevo siglo lo encuentra grabando para el sello “Blue Note” discos como “Unforgivable blackness” y la pista de sonido para la documental de Kern Burns sobre la historia del Jazz. Y como si fuera poco, en 2007 graba esa suerte de alerta político social “From the plantation to the penitenciary” con Legacy.

Adios al último

El pianista, vibrafonista y compositor Buddy Montgomery, nativo de Indianápolis, murió en su casa de Palmdale, California el pasado martes. Era el hermano menor del guitarrista Wes y del bajista Monk . Buddy también actuó con el vocalista Big Joe Turner, con el trombonista Slide Hampton y con el grupo The mastersounds (también con sus hermanos). A pesar de no leer música actuó y grabó con las preferencias de Miles Davis y Bobby Hutcherson.

La canción sigue viva

La voz gruesa de Lalah Hathaway es el envoltorio perfecto para la persuasiva noción de Joe Sample de que “The Song Lives On” (título del album grabado en 1999 por GRP) ”. Joe encuentra un feliz medio de trasmisión en su grupo para hacer eco del sentimiento de Lala. El punto del álbum es encontrar nueva vida para sus propias canciones y sus favoritas; una búsqueda de inmortalidad. Un propósito plausible.

Sanborn

Reconocido como el más influyente saxofonista en el pop, R&B y crossover de los últimos 25 años, David Sanborn (Tampa FL. 1945) ha mantenido una relación muy ecléctica con el Jazz, como lo demuestran sus considerables grabaciones y las alineaciones de músicos en las series de su programa de televisión “Night music” (que fueron desde Sonny Rollin, Sun Ra y James Taylor hasta el heavy metal).

Con su álbum “Here & gone” (2008) debuta con el sello Decca y se convierte en el segundo legendario “saxman” (después de Maceo Parker)en rendir homenaje al siempre popular genio de Ray Charles. Un acercamiento novedoso en una forma no completamente obvia a la fórmula declarada por Ray en su Genius + soul = Jazz de 1960.

Ecos

Escuchando música por internet, tuve la grata sorpresa de encontrar sonando un disco nuevecito (Brazilliance x4, Resonance records) del viejo conocido (y muchas veces pasado por alto) trompetista Claudio Roditi, quien pleno de samba llegó de Rio de Janeiro a estudiar en Berklee (1970-71) y terminó viviendo en Nueva York y tocando con Herbie Mann, Paquito D’Rivera y la tantas veces mencionada United Nations Orchestra” de Dizzy. De ahí una de sus primeras grabaciones como líder: “Jazz turns samba” (1996-RTE). Vaya este sencillo homenaje a Claudio que el próximo 28 de mayo cumple 63 años de que le pegó por primera vez el viento.

Una de sombreros

Productor, compositor, arreglador, pianista de sesión y solista, Allen Toussaint (Nueva Orleans-1938) ha gastado todos estos sombreros en el curso de una larga y prolífica carrera , aunque su trabajo solitario tras el escenario hubiese sido suficiente para hacerlo una leyenda del R&B local.

Allen ha mantenido el paso de los tiempos y en 2005 grabó “Bright Missipi” (título de una melodía de Monk) un álbum que pasa por Jazz, para el sello “Nonesuch” dirigido por su sobrino Reginald, disco con el que lo escuché hace unos días, por primera vez en la radio satelital. La alineación incluye como invitados a los conocidos Brad Mehldau , Jossua Redman y Nicholas Payton; la foto de portada es de William Claxton. Dejo aquí un par de melodías.



Y de un álbum anterior (6 feets deeper) con otro sombrero.

Casi sólo Jazz

"Sin nada que engorde", me pidió "solojazz" querido colaborador y amigo (casi mi sombra) de este blog, luego de autoinvitarse a cenar esta noche. "Una sopa de verduras y buen jazz es suficiente para ambientar una calma chicha como la que me embarga".

Recordación Florida

(Foto de William Claxton)

Sin ser muy conocido, el extravagantemente dotado compositor, arreglista y pianista- algunos lo consideran un genio- Billy Strayhorn, nace en Dayton, Ohio. un noviembre de 1915 y muere (no se como) entre las flores (le gustaban tanto), que lucían en el cabello trenzado de las cabezas de la juventud temprana de la época que reclamaba el fin de una guerra , un mayo de 1967 en la ciudad de Nueva York.

(x=Flower is a love song thing)

Vivió la mayor parte de su madurez a la sombra de su empleador, colaborador y amigo, Duke Ellington. Fue apenas en la última década del siglo XX que el perfil de Billy fue levantado a un nivel cercano al de Duke, donde una diligente búsqueda de sus archivos (principalmente por David Hadju, autor de la excelente biografía de Strayhorn “Lush Life”) reveló que su contribución al legado de Ellington era más extenso y complejo de lo que se pensaba. Hay varias instancias donde las composiciones de Billy fueron registradas como piezas Ellington/Strayhorn (Day dream y Something to live for).



Y otras donde las colaboraciones mutuas fueron unicamente listadas y registradas bajo el nombre del Duke entre ellas la famosa “Satin Doll” o absolutamente sin nombre (muy raro que no se lo busquen y apropien). Incluso tonadas como “Take the “A” Train” que fue registrada a su solo nombre, ha sufrido y es probable que el proverbial hombre de la calle le diga que “es una canción de Ellington”.



No obstante que no se publicó la grabación inicial (Red Baron, 1965), en 1992 el sello Vintage publica lo que puede ser considerado como su compacto definitivo. Puede escucharse a Billy cantando “Lush Life” mientras lo acompaña la orquesta del Duke en 1964. Su voz no es fuerte pero sí sincera, y en otras melodías coqueteando al piano con la trompeta de Clark Terry y el clarinete y el saxo soprano de Bob Wilbur.

Baja Marimba

¡Que cosas¡ De regreso a casa pasé a comprar el pan para cenar y en el restaurante de la vecindad anuncian, para el sábado, la presentación de una famosa marimba local. Hecho lo que hay que hacer, reviso si hay novedades en los blogs y me encuentro con que "Música de jazz" me traslada a una nostalgia radiofónica de los años 30's y "El Director de operaciones" presenta al excelente vibrafonista/marimbista Bobby Hutcherson y transmite desde Madrid la tranquilizadora melodía "Tranquility" (valga la redundancia). Pues, ya se sabe el poder de evocación de la música. Voy a buscar el disco del recuerdo (1962) "Air Fresh" de la "Baja Marimba Band", regrabación japonesa en compacto y lo pongo al aire.

Con afecto

Va esta selección para compartir con los amigos del jazz que siguen las pequeñas cosas que presentamos en este blog.

Pa' que no se mueran*

Ayer por la noche me mandaron a comprar pan para la cena y en el restaurante vecino a la panadería estaban presentando al Trío los Panchos (1944) o lo que queda de sus fundadores. Me recordaron muchas cosas (¿Dónde extravíe el disco de la portada?). Estoy muy cansado pero no quería dejar pasar la ocasión sin recordarlos.





*Canción de Benny Moré y Perez Prado (A.K.A Bababilitin) según he oído.

Un buen día

Hoy sali a la calle muy temprano. En el plano de la ciudad estoy a unos 6 kilometros al sur del mercado central. De hecho, debido a la construcción de un puente hace casi cuarenta años sobre un profundo barranco (hoy día el preferido de los suicidas) como parte de un proyecto de circunvalación este sector es una de las extensiones más próximas al centro histórico y más lejanas de la periferia actual por expansión del radio.

Un amigo optimista que disfruta los desayunos típicos me citó para platicar sobre la viabilidad de retomar un proyecto de arrastre (las crisis son oportunidades, me dijo). Y como también gusta del jazz (aunque siendo un escucha tradicional, no se porqué se le ha metido en la cesera el “smooth” y no ceja en inducirme), no le costó convencerme.

Por aquello del “macho parado no gana flete” me colgué al cuello el morral típico (una chulada de tejido- rótulo solojazz incluido- que me obsequiaron en agradecimiento por una colaboración) para llevar disimulada la vieja “laptop” (la tasa de obsolescencia de estos equipos tiene un ritmo vertiginoso) y acarrear al regreso una mi docena de mangos de “paxte” (ya empiezan a engusanarse y son tan sabrosos). Así, con el optimismo contagiado abordé el autobus medio destartalado y me encasqueté en el asiento que bruscamente me asignó el abrupto arrancón. Así, sin querer, estaba sentado justamente detrás del piloto con ray ban (o serengueti, no sé) y mi primera reacción fue reclamarle respeto (sobre todo a sus mayores) pero viendo que todavía extendía el boleto a una joven señora de cuyo cuello asomaba la inocente sonrisa de un niño y cuya mano jalaba a una niña medio sorprendida, preferí concentrar mi atención (un reflexivo quixote) en detener una posible caída libre encadenada (nunca sucede, ni con alineaciones mayores y solo yo he caido un par de veces), me pareció impropio. Me puse de pié y amortiguando un poco el riesgo de que el trío alargara su camino hasta el fondo del pasillo, ofrecí gentilmente la ventanilla para que los niños hicieran un cameo del paisaje a recorrer. La señora sin querer me paso dando un rodillazo que me recordó un dialógo (del baúl de los recuerdos) después de un baile, entre el loboestepariano Harry y Armanda, a la luz de Novalis : “ ¿creías que las piernas de una mujer son las patas de una mesa”?. Me reacomodé y devolví la sonrisa de agradecimiento de la señora. Dirigí una severa mirada de reproche al casi adolescente conductor a través del retrovisor, mirada que se convirtió en una cierta sonrisa al leer la leyenda pegada en el vidrio frontal : “Me 109 Cito”. Claro, me recordó la traducción de una melodía muy popular en los 70’s de “The Stylistics”.

Al final un desayuno sabroso, una idea viable para seguir soñando (de hecho, al regreso me dormí en el autobus y desperté media legua adelante de mi destino). Dentro del bonito morral (cómpremelo usted señora) un mango con gusanos, dos magullados, la laptop y (¡Oh sorpresa¡) un disco hechizo, deslizado. Se trata de “Keeping cool” de la fotogénica guitarrista Joyce Coolling (en la foto de Lisa Peardon). Por nostalgia agrego una melodía de otra Joyce, en su momento muy conocida en el ámbito de la Bossa Nova. Para acabar de ajustar el día, también los chicos de GoEar cumplieron su palabra.

Explain

"El dolor puede lavarse con una canción. El dolor puede llegar a digerirse a través de la música y trasformarse".

Tomado de una revista Selecciones

Nostalgia Caribeña

Que cosas. Ayer domingo vi la vieja película de la portada (me gusta el estilo conque fumaba Bogart, como el de André Malraux), basada en la novela de Hemingway que le vendió los derechos al exéntrico millonario Howard Hughes (el del avionote),que a su vez los cedió al productor Howard Hawks, quíen contrató a William Faulkner para que le ayudara con el guión, a Hoagy Carmichael para que tocara el piano y a Lauren Bacall para que le diera sentido a todo esto.

Pues como siempre, una cosa lleva a la otra (lo mismo me pasa con el Viejo y el Mar), leía hace un rato la novela (me intriga averiguar que fue lo que le inspiró el título a Hemingway) cuando sopló del norte una suave brisa caribeña. Como cosa rara me embargó la nostalgia y un cierto desgano (algo que sólo me pasa cuando hago cosas improductivas), entré de puntillas a GoEar para no distraer a los absortos muchachos, empeñados en mejorarnos el servicio y saque lo que pude, dadas las condiciones. Y aquí las suelto para que sigan el rumbo que quieran.

Jazz desde Londres a Nueva York.

A veces cuando (como hace un rato) estoy leyendo un libro que me absorve (en este caso una historia de la explotación de los yacimientos de hierro a través de la historia), sintonizo alguna radio de jazz de ese complejo sistema de trasmisión por internet que vaya uno a saber desde donde le llega. Suele suceder que de repente una canción me distrae, por muchas razones. Ahora fue porque sonaba “but beautiful”, canción que identifico facilmente en varias versiones vocales y que a pesar de los peros que nunca faltan, en su conjunto me resulta al final bella, por algo que no puedo explicar pero que tiene poco que ver con el contenido de la letra y el acento (se me hace casi imposible entender los reportes radiales del tiempo transmitidos en idioma inglés, pero bueno, sínceramente hablando, esto lo hago de vez en cuando para testear los progresos de mi entendimiento del idioma inglés, en tiempo real mejor miro al cielo.). Luego del cajonero preguntarme un par de veces ¿Quién será?, espero que finalice y me siento frente al ordenador, presiono las teclas apropiadas, leo y en 10 minutos (depende) ya averigüé algo de la voz que distrajo mi lectura. Antes era diferente, claro; luego se va volviendo costumbre, y uno se adapta un poco a los tiempos. “This foolish things” con Jeff Hamilton al saxo, por decir algo. De hecho, lo sigo haciendo como antes y el agregado no le hace daño a la afición, más bien la alimenta.

La voz desconocida (Londres, 1967) con apenas 6 años ingresa a la escuela teatral y jovencísima, ya es nombrada por segunda vez la mejor vocalista por la “British Arts Awards”. Con influencia de grandes del estilo que la antecedieron, como Chris Connor, June Christy y Julie London, continúa su carrera. Antes de debutar a los 21 en el club de jazz “Ronnie Scott´s” en Londres" (estos posesivos siempre me dan problemas), apoyó su carrera trabajando como camarera cantante y como secretaria. Sigue hasta convertirse en una de las mejores vocalistas inglesas de jazz y la “British Jazz Awards” la nombró como la mejor nueva artista de jazz de 1994 y como la mejor cantante de jazz en 1995. Esta última exaltación se debío a la grabación de su directo “Offbeat” en el Ronnie, acompañada por Gareth Williams (piano), Arnie Somogyie (bajo) y Clarck Tracey (batería). Este club es el equivalente en Londres al Village Vanguard en Nueva York – ya puede uno imaginarse aquello.

A su pesar, era poco conocida en ciertas partes de los Continentes que le interesaban (supongo, no se si estoy herrado), y consecuentemente, la heroína de mi noche, se lanzó al objetivo principal y grabó por vez primera en Nueva York, y en octubre, con músicos de allá mismo, incluyendo al alto saxofonista Antonio Hart, para el sello "Honest" el álbum"Make this city ours"

Interesante. ¿Qué será de esta ya cuarentona señora? No lo sé, pero su jazz desde Londres trajo por aquí un aire fresco para aliviar el bochorno que me empezaba a provocar la lectura. Más de algun premio apropiado la ha de esperar.