Puede leerse en Wikipedia que el tema de las citas musicales en general, no es más
que la práctica de citar directamente otro trabajo igual en una nueva
composición; y que la cita puede ser de la misma obra del compositor (auto
referencial) o de la obra de un compositor diferente (apropiación). Algunas
veces la cita se hace con el propósito de caracterización, tal el caso del uso
que Puccini le dió en su opera “Madame Butterfly” a “The Star Spangled Banner”
en referencia al teniente Pinkerton (personaje estadunidense); o el uso que le dio
Tchaikowky a los himnos nacionales de Rusia y Francia en la obertura 1812 para
describir una batalla entre la armada rusa y la francesa.
En las performances del jazz, las citas han sido también una tradición, especialmente en
la era bebop. Charlie Parker, Miles
Davis y Sonny Rollins son especialmente afamados entre los aficionados al jazz
por su adicción a las citas, que en este género musical revelan otros propósitos, como en este caso,
donde el entonces joven Rollins cita un pasaje de “Anything you can do, I can
do better”, enviando un mensaje señalado
a Parker, quien moriría como dos años después, y que en esta sesión (1952)
soplaba por segunda vez el saxo alto.
Y para celebrar con unos días de anticipación la llegada del equinoccio, que mejor que escuchar
al inolvidable Charlie, citando el “Rito
de la Primavera” de Igor Stravinsky en su solo sobre “Repetición” en la grabación
de Lover Man (Verve records), que hiciera suya la también inolvidable Billie
Holiday.