Horace Silver, uno de los últimos gigantes que aún quedan de la increiblemente floreciente y creativa extensión de la música bebop, que se convirtió en los 50’s en el llamado “hard bop”, escribió con la colaboración de Philip Pastras su autobiografía con el nombre de “Let´s Get the Nitty Gritty” (ignoro si hay traducción al idioma español), un interesante libro de 264 páginas publicado en 2006 por “University of Californa Press” en edición ilustrada, donde nos lleva desde su niñez en Norwalk, Estado de Connecticut, EE.UU. a través de su ascenso en la ladera a la fama como músico en Nueva York y finalmente a su confortable vida “después del camino”, en California.
Bien sazonado (“well seasoned” ) con anécdotas , en el capítulo 3. LADY MUSIC AND THE MESSENGERS. Early Adult Years. (pps. 34-89) Horace cuenta en la página 44: “el lado este de Manhattan (upper east side) donde residen los acomodados, era considerada la parte de la alta sociedad (“high society”. Sic.) de Nueva York y Stan (Getz) quería obtener un “gig” allí, en un club de jazz llamado “The Roundtable” donde se presentan principalmente trios con piano –jazz suave y educado- , la música de fondo para hablar y cenar. La banda regular del Club no llegaba los domingos y Stan lo obtuvo un día tal por la noche. Me llamó para que participara con él y me pidio llamar a Art Blakey para ver si quería complementar el trío. Lo llamé y estuvo de acuerdo. Recuerdo que esa noche habia en la casa muchos actores famosos, entre ellos David Carradine, Cesar Romero y Sir Cedrick Hardwick. Stan trató de contener el volumen de su saxo a lo largo de esa noche y llegó incluso a ponerle una toalla en la campana, para que no sonará muy alto. Lo que no pudo contener fue su natural habilidad para jugar con el instrumento puesto que era un genio de nacimiento. Sin embargo, cualquiera que conociera a Art sabe que nunca contendría sus actuaciones para nadie. El cocinaba donde estuviera –east side, west side, Greenwich Village, Harlem- , se ocupaba de los negocios, cocinaba y punto. Ni necesidad de decirlo, no logramos el “gig”.
A la Mesa Redonda llegaba a menudo con su combo para divertir a los comensales un trombonista y vibrafonista de mucho menor estatura musical: Tyree Glenn (1912-1974), un verdadero payaso y maestro en el lenguaje del trombón. De hecho grabó dos discos para el sello “Roulette” en el lugar: uno que toma su nombre y "Try a little tenderness". En el video tocando la clásica estándar de Ellington “Mood Indigo” introducida por la orquesta del "Duke" en el “Cotton Club” de Nueva York en 1930. Escuche la severa frase de cierre en idioma inglés.Bien sazonado (“well seasoned” ) con anécdotas , en el capítulo 3. LADY MUSIC AND THE MESSENGERS. Early Adult Years. (pps. 34-89) Horace cuenta en la página 44: “el lado este de Manhattan (upper east side) donde residen los acomodados, era considerada la parte de la alta sociedad (“high society”. Sic.) de Nueva York y Stan (Getz) quería obtener un “gig” allí, en un club de jazz llamado “The Roundtable” donde se presentan principalmente trios con piano –jazz suave y educado- , la música de fondo para hablar y cenar. La banda regular del Club no llegaba los domingos y Stan lo obtuvo un día tal por la noche. Me llamó para que participara con él y me pidio llamar a Art Blakey para ver si quería complementar el trío. Lo llamé y estuvo de acuerdo. Recuerdo que esa noche habia en la casa muchos actores famosos, entre ellos David Carradine, Cesar Romero y Sir Cedrick Hardwick. Stan trató de contener el volumen de su saxo a lo largo de esa noche y llegó incluso a ponerle una toalla en la campana, para que no sonará muy alto. Lo que no pudo contener fue su natural habilidad para jugar con el instrumento puesto que era un genio de nacimiento. Sin embargo, cualquiera que conociera a Art sabe que nunca contendría sus actuaciones para nadie. El cocinaba donde estuviera –east side, west side, Greenwich Village, Harlem- , se ocupaba de los negocios, cocinaba y punto. Ni necesidad de decirlo, no logramos el “gig”.
4 comentarios:
Acabo de corregir un olvido que creía haber resuelto en su momento: He puesto un enlace a tu página desde la mía.
No logro, y eso que he buscado, encontrar una traducción de ese libro en español.
Vamos Doc. Ya somos dos los olvidadizos. Gracias por enlace y la visita. En cuanto logre hacerlo te enlazo. También he buscado traducción porque ya ves, apenas voy terminando el capitulo 3.
Un saludo
Hola, Armando. Parece muy interesante el libro, a ver si lo traducen y nos será más fácil. Ponte con ello, je, je. Horace es, como tú dices, uno de los últimos gigantes. De este sí tengo una buena muestra de su discografía.
Saludos.
Lo es troglo. Buen estilo y humor. En la época de mi adultez temprana creí descubrir mi vocación en la traducción jurada. Pronto mis ojos empezaron a parpadear y tu sabes...hay que ser muy tesonero. je je. Imagino la muestra que tienes de Horace. Lo descubrí en esa misma época a través del smooth. Mundo raro que diría don Pedro.
Saludos
Publicar un comentario