lunes, 25 de octubre de 2010

Desencuentros y encuentros



Nacido con los 50’s a veces me preocupa el paso de los años que noto en viejos conocidos nacidos en los 30’s. No sé si por eso o porque me gusta el swing o por ambas cosas, me sucedió lo contrario al descubrir y escuchar este álbum. Resulta que Keely Smith (1932), primorosa quinceañera, allá por 1947 fue de vacaciones a la ciudad de Nueva York y tuvo la oportunidad de escuchar a uno de los “showman” ítalo americanos que por esos años derretían corazones con sus mezclas de Jazz, Blues, pop italiano y muchas cosas más: Louis Prima, un hombrón muy machote él. Naturalmente, la chica quedo encandilada, y como también cantaba en el cole, sin alcanzar el nivel de las divas del Jazz de la época, pero respetable en las baladas pop, sobre todo, bien enterada que Louis buscaba una socia para dueto y que probablemente llegaría a Norfolk, Virginia, su pueblo, con ese propósito (esas cosas pasaban, aunque uno no lo crea), se preparó mucho Y así fue cómo, de socios pasaron al matrimonio, que duró hasta 1960 cuando pidió el divorcio por maltrato cruel.


Rondando los 70´s, después de 15 años fuera del escenario, en el 2000, Keely grabó para Concord “Swing, Swing , Swing”, con la orquesta de Frank Capp, volviendo rejuvenecida sobre la huella de sus mejores años con Louis. Un reavivamiento del swing, cantando en buena forma, creo que superando a muchas divas actuales. Sus hijos: Toni y Luanne Prima vocalizan en el fondo. Dan ganas de mover los pies.

viernes, 22 de octubre de 2010

Scott

LaFaro (1936-1961) nunca llegó a una edad otoñal, pero el otoño evoca su recuerdo, ligado indefectiblemente al de Bill Evans (1929-1980), quién parece nunca haber muerto, a diferencia de Scott que parece siempre acabado de morir. Que lío me hago con esto todos los octubres. El hecho es que se unió al trío de Bill en 1959, ya como alguien que a sus 22 años había brillado con la "Buddy Morrow's band" (1955-1956),salido de gira con Chet Baker (1956-1957) y trabajado con Barney Kessel, Cal Tjader, y Benny Goodman, entre otros. y no obstante que grabaría también con Ornette Coleman y con Stan Getz, el bajista es mejor recordado por su asociación con Evans, particularmente sus grabaciones en el "Village Vanguard" de 1961, poco antes de morir en un lamentable accidente automovilístico que sumió a Bill en una depresión que lo alejo de la música más de un año y se dice que sin él, nunca su trió volvió a ser el mismo.



Considerando que el legendario bajista nunca grabó un álbum como líder, es nada menos que un milagro en los anales del Jazz que exista esta grabación y afortunados los que lo posean. Una rara ventana al espíritu de Scott, aparte de sus grandes sesiones con Evans, y un complemento al libro escrito por su hermana Helene LaFaro Fernandez, "Jade Visions".

miércoles, 20 de octubre de 2010

Gigante

Esta sesión de estudio en Paris (Verve,1973) apareció primero en el sello europeo "América", como "Gigante", pero ha habido alguna confusión, puesto que han aparecido, a través de los años, varias combinaciones de canciones bajo el mismo título de álbum con el nombre de Dizzy Gillespie. Sin embargo, a pesar de su breve extensión con sólo 5 melodías (34 minutos), esta vívida reunión del gran trompetista con el bajista Niels Pedersen, el pianista,Kenny Drew, el baterista Kenny Clarke y el tenor saxofonista Johnny Griffin, vale la pena, a pesar que por esos días Dizzy empezaba la declinación de su brillante carrera. Como se dice, es mejor escuchar un Gillespie al 90% que a otros trompetistas al 100%.

La fina técnica de arco de Pedersen introduce la breve balada "I Waited for You," con Dizzy al tope, y su trompeta ensordecida se pasea despacio alrededor de los crispantes escobillazos (con el perdón de la academia) de Clarke durante "Girl of My Dreams".

lunes, 18 de octubre de 2010

Una Leyenda de Kansas

Perteneciente al así llamado grupo "Wild Women of Kansas City", la cantante Myra Taylor celebró su 93 aniversario en el "Knuckleheads Saloon" de su ciudad natal a principios de este año. Abarrotado, como testamento de su eterna popularidad. Mayra aprendio música alrededor del mundo y pagó esa experiencia entreteniendo gente de todos lados en sus vastos viajes. Sirvió a las tropas en la segunda guerra, en Corea y Vietnam, atendiendo además, su propio club nocturno en Frankfurt, Alemania. Viajó mucho por Africa e incorporó esa experiencia a su estilo musical y composiciones.



La revista "Living Blues" la nominó artista femenina del año en 2001 por su álbum compacto “My Night To Dream”; pero quizás el honor más grande de su vida es su inclusión en la reciente película "Kansas City Jazz and Blues. Past Present and Future" a cuyo estreno asistió como invitada especial. Los fondos recaudados en el evento serán destinados a ayudar organizaciones del Jazz y Blues, sin fines de lucro.


sábado, 9 de octubre de 2010

Cambio de género.

Tarde de sábado, vislumbre otoñal en estos trópicos, sin nubarrones, incipiente viento, lenta caida de sol, 17 grados C. decidí escuchar algo de música clásica acudiendo a mi, francamente pobre y abandonada (por el Jazz) discoteca. Aprovechando para limpiar los álbumes, en un rincón, empolvado apareció - como testigo del largo peregrinar de la guitarra clásica o española, por los senderos civilizacionales-, Carlos Barbosa-Lima, brillante ejecutor del venerable instrumento.

Para terminar de definir esa tendencia al abandono, ya que el dicho álbum es un homenaje a diferentes tendencias musicales expresadas en la guitarra, decidí limpiarlo, pasarlo a la cada vez más rica sección de Jazz y escucharlo.

Pudo quedarse allí o pasar a la sección pop, pero no podía ser, siendo que Carlos -1944- incluye músicos de la talla del pianista, compositor, arreglista y cantante de Jazz Bobby Scott -1937-1990-, compañero de giras de músicos como Charlie Parker, Lester Young, Quicy Jones, Sara Vaughan y el mismo Barbosa; y de su, por largo tiempo, colaborador en el Jazz, profesor y compositor John Grigs -1930-?. Y por supuesto a su admirado George Gershwin, de quien sobra qué decir o lo que se diga sobra, a no ser qué, de las muchas versiones de "Rhapsody in blue", pocas como la suya:


Pero también importante, según comprobé, es que el maestro no olvida sus raíces.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Un sobreviviente.

De acuerdo con David Hajdu, autor de varios libros sobre cultura y música -entre los últimos "Lush life". La biografía de Billy Strayhorn-, los artistas influyentes, algunas veces hacen click en la conciencia del público, solamente después del auge del movimiento que han influenciado, y que una escuela de trabajo creativo emerge , con aparente espontaneidad y orígenes oscuros al principio. Luego, dice, con atención a los artistas de esa escuela, viene el reconocimiento de sus influencias, sus antecedentes y mentores. Después de Pollock, de Kooning y coetaneos de posguerra, se estableció el expresionismo abstracto y la precursora importancia de la iconoclastía de Kandinsky en la preguerra, fue clara

Utiliza el ejemplo para explicar cómo ha surgido a través de los años de la presente década, una hola de música altamente expresiva más concernida con las emociones que con el oficio y el virtuosismo; una música informal y elástica opuesta a a lo que que se supone sea el Jazz. Implacable, la llama “post-Marsalis”, en el sentido de dejar atras el cánon conservador del Jazz de los 90's. Entre estos músicos estarían los pianistas Brad Mehldau, Ethan Iverson (del trio "the Bad Plus"), Jason Moran y Vijay Iyer. Y singularmente, entre los pioneros de su arte, el largamente irreconocido innovador de este transfronterizo e individualista Jazz del siglo XXI, el pianista y compositor Fred Hersch. Nunca gran estandarte y sin interés en la publicidad (lo siento), Hersch ha sido una feroz pero no asumida presencia en la escena jazzistica de Nueva York, desde que se mudo a la ciudad a los 21 años en 1977. El cuerpo de su trabajo es un manifiesto del jazz contemporáneo - 45 álbumes como solista, compositor y líder de banda-.

El Jazz — una música energizada por las tensiones entre tradición e innovación; entre cooperación y expresión individual — ha pasado por múltiples fases a través de los años, desde que Fred empezó a tocar profesionalmente hace más de 30 años. Ninguna le ha interesado particularmente. Se le conoce como un artista indiferente a los géneros y a las modas músicales, pero infatigable en lo suyo, sea lo que sea. Su determinación de hacer cosas a su modo, se intensificó considerablemente desde principios de los noventas, cuando hizo público su diagnóstico de SIDA .

Mientras la sensibilidad de la cual fue pionero ha florecido, el mismo Hersch ha sido escuchado muy esporádicamente los últimos años. La razón es que por su salud empeorada, cuando hasta su compañero de hogar pensaba que sería la última vez que lo vería, fue sometido a una terapia intensiva. Ahora, a sus 54 años, parece que por su casi irracional rechazo a aceptar sus problemas, se ha restablecido y el año pasado publicó en la primavera un compacto -concierto con su "Pocket Orchestra", el verano otro en solitario (“Fred Hersch Plays Jobim”) y en diciembre participó con su trío en el Festival Internacional de Buenos Aires. El mismo día de su concierto, pero a la tarde, el pianista Fred Hersch dictó una clínica destinada a músicos argentinos. Luego de escuchar atentamente a un trío, dijo: "Cuando se toca en trío, cada persona es un tercio de la foto. Si alguno resalta más, la imagen se desequilibra". Eso se vinculaba con otro de sus comentarios: el imperativo de dejar espacio.

lunes, 4 de octubre de 2010

Recordando a Buster.

Aunque ya le celebraron su centenario, no está de más un recordatorio. Hoy cumpliría 114 años Buster Keaton,el cómico "cara de poker",cuyos estudios en frustración exquisita divirtieron a dos generaciones de audiencias cinematográficas. Murió de cancer en los pulmones a los 70 un febrero de 1966. Alguien, alguna vez dijo de Francis Keaton que parecía el tipo de hombre a quien los perros orinaban. Un apenado tipejo de cara triste como un basset. Junto con Charlie Chaplin y Harold Lloyd fueron los tres grandes cómicos de la pantalla silenciosa. Estableció un inolvidable carácter, el triste y silencioso solitario que perseveró estoicamente contra un mundo mecanizado. Contrario a Chaplin, nunca fue sentimental, ni nunca recurrió a sensiblerías patológicas. Le talló un rostro de granito al personaje.


sábado, 2 de octubre de 2010

El Rey Zulu


El hombre de piel oscura con la trompeta dorada estiró sus cicatrizados labios, sopló una corta cadena de increíbles y brillantes notas, y luego, con cuidado colocó la trompeta al lado, y dijo:

"Ahh¡¡. Hay algo que he soñado toda mi vida. Y maldito sea si no se parece a lo que está por venir –ser el rey del desfile de los Zulus- . Después de eso, estaré listo para morir".



La tercera semana de febrero de 1949, pocos mortales estuvieron tan cerca de los deseos del corazón que Daniel Louis Armstrong. A sus 48 años estaba de regreso en el pueblo donde nació para ser monarca por un día en el bullicioso” Mardi Grass” de Nueva Orleans. Por primera vez en sus 33 años de historia, el “Zulu Social Aid and Pleasure Club” (fundado primariamente para asegurar a los suscriptores un funeral decente) había salido del pueblo por su rey del carnaval. En el pasado lo fueron porteros, dependientes o directores de pompas fúnebres (sin ofender a nadie), pero Louis, era un “royalty” de los grandes, inclusive una figura mundial. Muchos expertos del Jazz de la época que podían ser tan “snobs” y esotéricos como los existencialistas o los seguidores del culto a Bach, solemnemente lo proclamaban como el más grande genio musical que los U.S.A. produjeran. Alguien llegó a decir que el estilo Armstrong de improvisación “lo hizo un maestro del arte musical comparable sólo a los grandes castrados del siglo XVIII”.

Entre los intelectuales negros, los zulus y sus espectáculos eran considerados vestigios ofensivos del show juglar, tipo sambo negro. Para Armstrong, rey del jazz, el vasallaje de la parada zulu , sería la culminación sentimental de su espectacular carrera y un zambombazo, además. Para él, esas susceptibilidades eran absurdas. Le sonaban a nada.